Pruebas diagnósticas
La mayoría de los profesionales de la salud suelen usar la glucosa plasmática en ayunas o la prueba A1C para el diagnóstico de la diabetes. En algunos casos, pueden ordenar una glucosa plasmática aleatoria.
Exámenes de sangre:
Glucemia en ayunas: se diagnostica diabetes si el resultado es mayor de 126 mg/dL en dos oportunidades. Los niveles entre 100 y 126 mg/dL se denominan alteración de la glucosa en ayunas
Glucosa plasmática en ayunas.
La glucosa plasmática en ayunas es una prueba que mide el nivel de glucosa en la sangre en un momento concreto. Para conseguir los resultados más fiables, lo mejor es hacer el examen por la mañana, después de un ayuno de por lo menos 8 horas. Ayunar significa no comer o beber nada más que unos pocos sorbos agua.
Prueba A1C
La A1C es un análisis de sangre que indica los niveles promedio de glucosa en la sangre (azúcar en la sangre) durante los últimos 3 meses. Otros nombres para la prueba A1C son prueba de la hemoglobina A1c, HbA1C y hemoglobina glucosilada. Usted puede comer y beber antes de este examen. Cuando el médico usa la A1C para diagnosticar la diabetes, tiene en cuenta factores como la edad y la presencia de anemia o algún otro problema de la sangre. La prueba A1C no da resultados precisos en las personas con anemia.
Las personas con diabetes también usan la información de la prueba A1C para ayudar a controlar su enfermedad.
Prueba de glucosa plasmática aleatoria (o glucemia aleatoria)
En ocasiones, los profesionales de la salud utilizan esta prueba para diagnosticar la diabetes cuando hay síntomas y no quieren esperar a que la persona tenga ocho horas de ayuno. No es necesario el ayuno nocturno para esta prueba, porque se puede hacer en cualquier momento.
Prueba de tolerancia oral a la glucosa:
La prueba de tolerancia oral a la glucosa mide la glucosa en la sangre después de haber guardado ayuno durante por lo menos 8 horas. Primero, un profesional de la salud le tomará una muestra de sangre en ayunas y luego le dará a beber un líquido que contiene glucosa. Para hacer el diagnóstico de la diabetes gestacional hay que volver a obtener una muestra de sangre cada hora durante 2 a 3 horas.
Si los niveles de glucosa en la sangre están elevados en dos o más muestras de la prueba de tolerancia oral a la glucosa, es decir, en ayunas, a la hora, a las 2 horas o a las 3 horas, usted tiene diabetes gestacional. El equipo de atención médica le explicará los resultados de la prueba.
Los profesionales de la salud también pueden utilizar esta prueba para diagnosticar la diabetes tipo 2 y la prediabetes en personas que no están embarazadas.ayuda a los profesionales de la salud a detectar la diabetes tipo 2 y la prediabetes mejor que la prueba de glucosa plasmática en ayunas, pero es una prueba más costosa y no es tan fácil de realizar. Para hacer el diagnóstico de diabetes tipo 2 y prediabetes, un profesional de la salud tendrá que obtener una muestra de sangre una hora después de beber el líquido que contiene glucosa y nuevamente después de 2 horas.
Diagnóstico
El diagnóstico de la diabetes se produce cuando el paciente tiene valores anormalmente elevados de glucosa en la sangre. Este análisis se suele controlar y medir durante un examen anual de rutina o en una exploración clínica que se realiza antes de la incorporación a un nuevo empleo o de la práctica de un deporte. También pueden realizarse análisis para determinar la posible causa de síntomas como el aumento de la sed, la micción, el hambre, o si existen factores de riesgo característicos, como antecedentes familiares de diabetes, obesidad, infecciones frecuentes o cualquier otra complicación asociada con la diabetes. Según la Sociedad Americana de Diabetes en sus recomendaciones de año 2015, son los siguientes:
• Hemoglobina glicosilada mayor o igual de 6,5 por ciento.
• Glucemia basal en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl o glucemia a las 2 horas de una prueba de tolerancia oral a la glucosa con 75 gr de glucosa mayor o igual a 200 mg/dl. Todas ellas deben repetirse en dos ocasiones, salvo cuando existan signos inequívocos de diabetes, en cuyo caso una glucemia al azar de >= 200 mg/dl es suficiente”, especifica.
Tratamiento:
El tratamiento de la diabetes mellitus se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. En muchos pacientes con diabetes tipo 2 no sería necesaria la medicación si se controlase el exceso de peso y se llevase a cabo un programa de ejercicio físico regularmente. Sin embargo, es necesario con frecuencia una terapia sustitutiva con insulina o la toma de fármacos hipoglucemiantes por vía oral.
• Fármacos hipoglucemiantes orales: Se prescriben a personas con diabetes tipo 2 que no consiguen descender la glucemia a través de la dieta y la actividad física.
• Tratamiento con insulina: En pacientes con diabetes tipo 1 es necesario la administración exógena de insulina ya que el páncreas es incapaz de producir esta hormona.
También es requerida en diabetes tipo 2 si la dieta, el ejercicio y la medicación oral no consiguen controlar los niveles de glucosa en sangre. La insulina se administra a través de inyecciones en la grasa existente debajo de la piel del brazo, ya que si se tomase por vía oral sería destruida en aparato digestivo antes de pasar al flujo sanguíneo.
Las necesidades de insulina varían en función de los alimentos que se ingieren y de la actividad física que se realiza.
Las personas que siguen una dieta estable y una actividad física regular varían poco sus dosis de insulina. Sin embargo, cualquier cambio en la dieta habitual o la realización de algún deporte exigen modificaciones de las pautas de insulina.
La insulina puede inyectarse a través de distintos dispositivos:
• Jeringuillas tradicionales: Son de un solo uso, graduadas en unidades internacionales (de 0 a 40).
• Plumas para inyección de insulina: Son aparatos con forma de pluma que tienen en su interior un cartucho que contiene la insulina. El cartucho se cambia cuando la insulina se acaba, pero la pluma se sigue utilizando.
• Jeringas precargadas: Son dispositivos similares a las plumas, pero previamente cargados de insulina. Una vez que se acaba la insulina se tira toda la jeringa.
El nivel de glucosa en sangre depende de la zona del cuerpo en que se inyecta la insulina. Es aconsejable que se introduzca en el abdomen, los brazos o muslos. Penetra más rápidamente si se inyecta en el abdomen. Se recomienda inyectar siempre en la misma zona, aunque desplazando unos dos centímetros el punto de inyección de una vez a otra. Hay que evitar las inyecciones en los pliegues de la piel, la línea media del abdomen y el área de la ingle y el ombligo.
Cuidados en el paciente Diabético
La importancia del control de la glucemia para reducir las complicaciones en el sujeto diabético se ha demostrado claramente en estudios prospectivos a largo plazo, aleatorios y de intervención.
El primer objetivo del control de la glucemia en la mayoría de los diabéticos debe ser disminuir la hemoglobina glicosilada a menos de dos puntos porcentuales por arriba del límite superior de lo normal, además, la intensidad del tratamiento debe individualizarse y ajustarse en cada caso.
Es indispensable en el cuidado del paciente diabético manejar simultáneamente las otras variables metabólicas que coexisten alteradas junto a la hiperglucemia, es decir, deben vigilarse estrictamente la concentración de colesterol sérico, colesterol HDL, LDL y triglicéridos, así como, las variables peso, índice de masa corporal (IMC), relación cintura cadera y la presión arterial sistólica y diastólica.
Para minimizar la incidencia de complicaciones agudas y crónicas, los siguientes
parámetros se deben ajustar a cada paciente en particular:
1. Educar al paciente diabético es crucial para garantizar el éxito de todas las formas terapéuticas.
2. Garantizar un régimen de insulina de múltiples componentes o hipoglicemiantes orales, combinados o separados, en esquemas que fomenten la normoglucemia del paciente.
3. Fomentar un equilibrio entre el consumo de alimentos, la actividad física y la dosis del medicamento.
4. Familiarizar al paciente con el auto monitoreo de la glucosa sanguínea (SMBG), que reemplazó a la prueba de orina como método de control.
5. Es necesario incentivar la comunicación entre el paciente y el personal del área de la salud.
6. Es imprescindible el apoyo psicológico.
7. Fomentar la reducción en el consumo de calorías tendiente a minimizar la producción hepática de glucosa.
8. El ejercicio constituye la piedra angular en el tratamiento del paciente diabético tipo 2, pues disminuye la resistencia a la insulina, el peso corporal, los perfiles lipídicos y otros factores de riesgo cardiovascular.
https://www.youtube.com/watch?v=Sw0qFc7MJnE
La mayoría de los profesionales de la salud suelen usar la glucosa plasmática en ayunas o la prueba A1C para el diagnóstico de la diabetes. En algunos casos, pueden ordenar una glucosa plasmática aleatoria.
Exámenes de sangre:
Glucemia en ayunas: se diagnostica diabetes si el resultado es mayor de 126 mg/dL en dos oportunidades. Los niveles entre 100 y 126 mg/dL se denominan alteración de la glucosa en ayunas
Glucosa plasmática en ayunas.
La glucosa plasmática en ayunas es una prueba que mide el nivel de glucosa en la sangre en un momento concreto. Para conseguir los resultados más fiables, lo mejor es hacer el examen por la mañana, después de un ayuno de por lo menos 8 horas. Ayunar significa no comer o beber nada más que unos pocos sorbos agua.
Prueba A1C

Las personas con diabetes también usan la información de la prueba A1C para ayudar a controlar su enfermedad.
Prueba de glucosa plasmática aleatoria (o glucemia aleatoria)
En ocasiones, los profesionales de la salud utilizan esta prueba para diagnosticar la diabetes cuando hay síntomas y no quieren esperar a que la persona tenga ocho horas de ayuno. No es necesario el ayuno nocturno para esta prueba, porque se puede hacer en cualquier momento.
Prueba de tolerancia oral a la glucosa:

Si los niveles de glucosa en la sangre están elevados en dos o más muestras de la prueba de tolerancia oral a la glucosa, es decir, en ayunas, a la hora, a las 2 horas o a las 3 horas, usted tiene diabetes gestacional. El equipo de atención médica le explicará los resultados de la prueba.
Los profesionales de la salud también pueden utilizar esta prueba para diagnosticar la diabetes tipo 2 y la prediabetes en personas que no están embarazadas.ayuda a los profesionales de la salud a detectar la diabetes tipo 2 y la prediabetes mejor que la prueba de glucosa plasmática en ayunas, pero es una prueba más costosa y no es tan fácil de realizar. Para hacer el diagnóstico de diabetes tipo 2 y prediabetes, un profesional de la salud tendrá que obtener una muestra de sangre una hora después de beber el líquido que contiene glucosa y nuevamente después de 2 horas.
Diagnóstico

• Hemoglobina glicosilada mayor o igual de 6,5 por ciento.
• Glucemia basal en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl o glucemia a las 2 horas de una prueba de tolerancia oral a la glucosa con 75 gr de glucosa mayor o igual a 200 mg/dl. Todas ellas deben repetirse en dos ocasiones, salvo cuando existan signos inequívocos de diabetes, en cuyo caso una glucemia al azar de >= 200 mg/dl es suficiente”, especifica.
Tratamiento:
• Fármacos hipoglucemiantes orales: Se prescriben a personas con diabetes tipo 2 que no consiguen descender la glucemia a través de la dieta y la actividad física.
• Tratamiento con insulina: En pacientes con diabetes tipo 1 es necesario la administración exógena de insulina ya que el páncreas es incapaz de producir esta hormona.
También es requerida en diabetes tipo 2 si la dieta, el ejercicio y la medicación oral no consiguen controlar los niveles de glucosa en sangre. La insulina se administra a través de inyecciones en la grasa existente debajo de la piel del brazo, ya que si se tomase por vía oral sería destruida en aparato digestivo antes de pasar al flujo sanguíneo.
Las necesidades de insulina varían en función de los alimentos que se ingieren y de la actividad física que se realiza.
Las personas que siguen una dieta estable y una actividad física regular varían poco sus dosis de insulina. Sin embargo, cualquier cambio en la dieta habitual o la realización de algún deporte exigen modificaciones de las pautas de insulina.
La insulina puede inyectarse a través de distintos dispositivos:
• Jeringuillas tradicionales: Son de un solo uso, graduadas en unidades internacionales (de 0 a 40).
• Plumas para inyección de insulina: Son aparatos con forma de pluma que tienen en su interior un cartucho que contiene la insulina. El cartucho se cambia cuando la insulina se acaba, pero la pluma se sigue utilizando.
• Jeringas precargadas: Son dispositivos similares a las plumas, pero previamente cargados de insulina. Una vez que se acaba la insulina se tira toda la jeringa.
El nivel de glucosa en sangre depende de la zona del cuerpo en que se inyecta la insulina. Es aconsejable que se introduzca en el abdomen, los brazos o muslos. Penetra más rápidamente si se inyecta en el abdomen. Se recomienda inyectar siempre en la misma zona, aunque desplazando unos dos centímetros el punto de inyección de una vez a otra. Hay que evitar las inyecciones en los pliegues de la piel, la línea media del abdomen y el área de la ingle y el ombligo.
Cuidados en el paciente Diabético

El primer objetivo del control de la glucemia en la mayoría de los diabéticos debe ser disminuir la hemoglobina glicosilada a menos de dos puntos porcentuales por arriba del límite superior de lo normal, además, la intensidad del tratamiento debe individualizarse y ajustarse en cada caso.
Es indispensable en el cuidado del paciente diabético manejar simultáneamente las otras variables metabólicas que coexisten alteradas junto a la hiperglucemia, es decir, deben vigilarse estrictamente la concentración de colesterol sérico, colesterol HDL, LDL y triglicéridos, así como, las variables peso, índice de masa corporal (IMC), relación cintura cadera y la presión arterial sistólica y diastólica.
Para minimizar la incidencia de complicaciones agudas y crónicas, los siguientes
parámetros se deben ajustar a cada paciente en particular:
1. Educar al paciente diabético es crucial para garantizar el éxito de todas las formas terapéuticas.
3. Fomentar un equilibrio entre el consumo de alimentos, la actividad física y la dosis del medicamento.
4. Familiarizar al paciente con el auto monitoreo de la glucosa sanguínea (SMBG), que reemplazó a la prueba de orina como método de control.
5. Es necesario incentivar la comunicación entre el paciente y el personal del área de la salud.
6. Es imprescindible el apoyo psicológico.
7. Fomentar la reducción en el consumo de calorías tendiente a minimizar la producción hepática de glucosa.
8. El ejercicio constituye la piedra angular en el tratamiento del paciente diabético tipo 2, pues disminuye la resistencia a la insulina, el peso corporal, los perfiles lipídicos y otros factores de riesgo cardiovascular.
https://www.youtube.com/watch?v=Sw0qFc7MJnE
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